Reseña de Manuel Sagües Lacasa en "Noticias de Navarra" :
Los ‘Albaserrada’, cuajados y cerca de los cuatro años, colaboraron con nobleza pero no fueron aprovechados. Carlos Aranda, que toreó por vía de la sustitución, obtuvo el único trofeo.
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Carlos Aranda con Almejito |
Los utreros de Marqués de Albaserrada conjuntaron un encierro que bien pudiera pasar como una corrida de toros en muchas plazas de la piel ibérica. Tuvieron hondura por su cuajo, kilos, hechuras entipadas y, en distintos modos, descaro por delante. Casi todos fueron dignos de admiración en sus salidas. Y ninguno amagó fierezas furibundas. Se recordó a José-Luis, ese mucho más amigo que Marqués, que nos dejara no hace mucho tiempo, por estos nobles animales que, cuando menos en su mitad, tres (primero, tercero y sexto), tuvieron la clase suficiente para que se les cortaran un puñado de orejas. No fue así y, además, la tarde, que empezó en tono aceptable, fue cayendo hasta tener poco que contar y menos recordar; como fue el propio debut en esta plaza de la terna: Ricardo Maldonado, Alejandro Conquero y Carlos Aranda, que entró en el cartel a última hora en sustitución del anunciado José Manuel.
Los Albaserradas fueron arrastrados con las orejas puestas por distintos motivos. El primero, Felón, se fue con los apéndices en su sitio porque la presidencia se puso meticulosa al contar pañuelos y, como no había mayoría, se la denegó a Ricardo Maldonado. Antes, también el palquero había birlado a los paganos un muy esperado tercer par de rehiletes de Juan Carlos Donaire, que en primera instancia había dejado uno soberbio (luego, si saludó Rafael García en el 3º). En su 2º acto, el pucelano no supo acoplarse a la escasa entrega por abajo del 4º, un Hortezuelo más discreto de cara.
Alguna pelúa hubiera tocado también Conquero, al que se le esperaba por sus méritos contraídos en otras plazas, pero el onubense no pisó el acelerador. Cierto es que el segundo, el manso Jilguero, fue el de peor condición. Pero ante el quinto, Increíble, el andaluz no se puso nunca de verdad. Se vio con claridad que podía lucirse y lucir más al Albaserrada.
Carlos Aranda obtuvo un trofeo del tercero y mejor de la función, Almejito en una faena únicamente manufacturada con la mano diestra. Buen novillo que en manos más duchas era de dos orejas. Y el sexto, un Habilidoso, a solo varias semanas de cumplir los cuatro años, fue eso: todo un señor toro por donde lo miraras. Habilidoso romaneó espectacular en varas, donde fue sangrado muy feo por duro y trasero. Aún así, también acometió con nobleza y ofreció sus orejas al chaval de Daimiel. Este, Aranda, a pesar de que le olearan de ridículo sus seguidores, no se acopló y quitó cierto valor a la personalidad mostrada en su primera puesta en escena.
LOS NOVILLOS
Seis utreros de Marqués de Albaserrada. Dispares de hechuras, pero muy bien presentados: con hondura y bien armados. Varios, aplaudidos de salida. Cumplieron en varas, donde soportaron fuertes monopuyazos. Nobles y colaboradores en el la muleta 1º, 3º y 6º. Los otros tres, de peor estilo, sin humillar.
LOS NOVILLEROS
Ricardo Maldonado. Estocada corta (petición y vuelta al ruedo). En el 4º, estocada corta (silencio).
Alejandro Conquero. Pinchazo y bajonazo (silencio). En el 5º, dos pinchazos y estocada delantera y caída (silencio tras aviso).
Carlos Aranda. Estocada (oreja). En el 6º, pinchazo y bajonazo (silencio tras aviso).
LAS GRADAS
Presidencia. A cargo de Carlos Javier Calvo, asesorado por Javier Campo e Isaías Bautista. Bien menos en no permitir el tercer par de banderillas en el primer toro.
Incidencias. Media entrada. Brillante la Charanga Peñalén.