De pura sangre García Pedrajas, y oriundos de la ganadería de Isáias y Tulio Vázquez, habían llegado a Mirandilla, desde su dehesa de Los Guaperales el 24 de noviembre.
Después de noventa días necesarios de aclimatación al nuevo entorno, el mayoral decidió que era hora de que cada uno asumiera su nuevo papel de semental con el objetivo de refrescar la sangre Marqués de Albaserrada.
Fue Aceitunito, bragado jirón nº 15, que tuvo el honor de ser el primer Tulio, sesenta años después de sus antepasados, en reencontrarse con las vacas de Mirandilla.
Luego le tocó a Aturdido, listón bragado meano nº1, probar el placer natural de una vaca en celo.
Simplemente felices de volver a encontrar el estado salvaje en el campo, Aceitunito y Aturdido no pueden imaginar las esperanzas depositadas en ellos. Nada más y nada menos que el renacer de una ganadería prestigiosa y el salvamento de un encaste en vía de extinción!
¡suerte con ellos!
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