Es el herrero "de toda la vida" de Mirandilla y dentro de sus faenas anuales, gestiona como un maestro el fuego y los hierros para los herraderos anuales de la ganadería.
Salvador es un artesano a la antigua usanza, como ya casi no existen. Sin hacer ruido, resuelve los problemas de hierros y demás metales que surgen en una finca. Herramientas, soldaduras, puertas, cancelas, vallas, arados, piezas de tractores, ... son su cotidiano. En su gremio, más que artesano es un verdadero artista.
Pero sobre todo, quiere a su oficio con extrema pasión. Como prueba, la factura de su última intervención en el cortijo. En el tiempo de las facturas sosas y sin personalidad impresas por ordenador, qué gusto ver una caligrafía tan bonita, de su propio puño.
Y qué precisión de detalles, qué aplicación, qué poesía en la descripción de sus trabajos!
Como antiguamente. Qué tiempos aquellos. Cuando había tiempo. Cuando se tomaba el tiempo.
Pura felicidad ...
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