Buena familia no puede mentir

La vaca Sonajera

Los meses de marzo y abril suelen ser los más idóneos para tentar las becerras en Mirandilla.
Esta temporada, de momento, se han tentado 12 eralas (guarismo 8) y 7 utreras (guarismo 7).
3 han aprobado. El porcentaje del 16% esta en la línea más dura de selección que nos hemos impuesto últimamente.

El 19 de marzo, día de San José, fue un buen tentadero, con 2 becerras aprobadas, con notas altas. El lidiador fue el novillero Salvador Barberán, bien aconsejado por su maestro, Tomás Campuzano.
La tercera se aprobó el pasado 18 de abril, domingo de pre-feria de Sevilla. Este día el novillero Antonio Puerta, de Caravaca de la cruz, sorprendido por una tormenta impresionante y con el ruedo inundado, tuvo que tragar mucho para aguantar los raudales de bravura del animal.

Las hembras que no pasan la prueba, salen de la finca, o bien para el matadero, o bien para sueltas por las calles. En este caso, su identidad se resume en un código barra europeo y un número de fuego en el costillar. Se trata de una identidad solo administrativa.
Pero las 3 bravas aprobadas, se merecen un bautizo para entrar en el libro de vacas de vientre de la ganadería Albaserrada.

Para seguir fácilmente las distintas reatas, hay que dar a la hija un nombre que haga referencia directamente al de su madre. Como es sabido que al hijo siempre se le dará el nombre de su madre en masculino, a la simple evocación del nombre del toro, sabremos en seguida su origen familial.

Este año, la nº 32, hija de Habilidosa se bautizó como Manitas; a la nº 196, hija de Bravita, se le puso Bravucona y a la nº 337, hija de Sonajera, su nombre definitivo será Cascabelera.
Cabe esperar que numerosos Manitas, Bravucones y Cascabeleros demostrarán el día de su lidia el mismo ímpetu que sus encastadas madres.

Tiempo al tiempo...