Hablamos con Fabrice Torrito (Marqués de Albaserrada) “Los indultos sin sentido son un paso más a la tauromaquia sin sangre y la pérdida de la fundamental suerte suprema”.
Hoy conocemos una historia de amor por el toro, la de Fabrice Torrito, mayoral de Marqués de Albaserrada. Gracias a Tico Juan de Zoilo, enorme altavoz del hierro (no me deja ponerle más cargo), conocemos a Fabrice, un francés apasionado del toro que dejó su vida para trabajar por el toro en Mirandilla, finca de este legendario hierro. Una historia de afición en una casa que lucha por sobrevivir en tiempos en los que el romanticismo y el amor por el toro escasean.
Cómo llega usted a mayoral de Marqués de Albaserrada?
La pasión, desde chico iba a los toros. Poco a poco el animal toro fue cogiendo importancia para mí. A los 28 años trabajaba en el gremio de finanzas y vi que no era lo mío. Decidí adelantar la pierna y me vine a Andalucía en 1992 y empecé a visitar ganaderías para vivir y sentir el toro. Tuve la suerte de conocer a José Luis de Samaniego y me gustó mucho su forma de criar al toro y aquí estoy, es una señal de confianza muy grande por parte de esta familia. Es el inicio de mi sueño, ser el mayoral de una ganadería brava española.
Ni más ni menos que de una ganadería legendaria cómo Marqués de Albaserrada.
Sí, una ganadería de la que conocí antes sus toros que a la propia ganadería con animales que vi lidiar en plazas cómo Vic.
Usted ha sido pieza clave en la resurrección y mantenimiento económico del hierro.
Desde mi primer día aquí, por eso estoy tan a gusto, su forma de criar al toro coincide con la mía en cuanto a la filosofía del toro íntegro, nada de fundas, nada de arreglarlos, casta, bravura… Es un toro con un mercado reducido. Me di cuenta rápido que la única forma de mantener esta filosofía de vida era a través de actividades complementarias cómo el turismo taurino. Ese turismo hizo que se mantuviese la ganadería, sin él, no podríamos seguir criando este tipo de toro y con esta forma. Con el turismo taurino también hemos acercado a la gente al toro, eso les ha llevado a la plaza, es fundamental fomentar la afición y tener economía para criar al toro bravo con esta filosofía.
¿Llegó a peligrar la ganadería?
Sí, y en los tiempos actuales está en peligro.
Usted ha logrado que la gente vaya a Mirandilla a disfrutar del toro y a cuidarlo, también fueron franceses a construir allí una plaza.
Cuando empecé de mayoral lo hice con mal pie en años difíciles donde no se lidiaba ni un pitón y hubo también un incendio. Hubo franceses que dijeron que no me iban a dejar sólo y nació una asociación que se llama “Torrito Afición” que puede ser la única peña taurina con el nombre de un mayoral. Ellos me ayudan con los herraderos, ayudan a montar una plaza de tientas más grande, si se derrumba un muro de los corrales vienen enseguida y a cambio viven el campo y son partícipes de lo que aquí se hace. Tengo un blog y ellos pueden vivir de cerca el toro bravo, es la afición que yo llamo de verdad porque es aquí dónde está todo tan complicado. Son únicos en su forma de vivir el toro.
¿No cree que el toreo pierde misterio enseñando tanto el campo?
Lo pensé mucho, sobre todo en mis inicios. Hay que tener cuidado, no se puede abrir de cualquier forma. Cuando tú recibes a un grupo de aficionados no hay problema pero cuando recibes neófitos cómo un banco o un laboratorio, no debes bajar la calidad que tú enseñas y jamás debes perder respeto al toro. Yo he perdido muchos grupos turísticos porque me pedían cosas que podrían molestar a la forma de la crianza del toro.
Por otro lado estoy seguro que si hubiésemos abierto la finca antes no estaríamos en esta situación en España tan grave de pérdida de cultura del toro. Abrir la finca explica, enseña, la gente se hace idea y se lucha contra el gran desconocimiento que hay en España de la crianza del toro bravo.
Hablamos el día en el que Francia votó y desestimó la prohibición de la entrada de menores en corridas de toros. Fabrice defiende al toreo y a la entrada de los menores recordando que su afición se inició en Nimes cuando se abrían las puertas del coso para ver el sexto toro. La cultura del debate está presente en sus palabras muy dolido por la falta de debate de esa proposición.
Entramos ya en el hierro, ¿cómo está llevando lo que estamos pasando por el COVID?
Bastante mal. Lidiamos un novillo el 15 de Febrero en un festival en Gerena y fue el primero y último de la temporada. Había cosas muy bonitas cómo una concurso en Aignan, un desafío en Alès dónde fuimos los triunfadores el año pasado e íbamos a repetir, una concurso en Cenicientos. Eran sitios interesantes con toros seleccionados para esos eventos. De los 35-40 machos que solemos lidiar al año hemos vendido uno. Han salido 25 toros para cebadero, que es la forma menos fuerte antes del matadero de quitarte animales. Allí pueden tener esos animales una vida social aunque sea por la calle, no es matarlos en el matadero, aún así es duro.
El trabajo de selección se ve parado porque no sabrás nunca lo que llevaba ese toro en sus genes. En octubre hacemos un certamen de novilleros en la finca dónde lidiaremos unos 20 erales de varias reatas para saber por dónde van los tiros. No es economía pero ves el resultado de la selección. Esperamos poder hacer a finales de año los festivales que hacemos en los que hemos visto cosas interesantes otros años, estamos produciendo nosotros mismos los espectáculos.
Esos 25 animales de cebadero, ¿salen limpios?
Sí, vírgenes y eso es muy duro. En una ganadería tan corta cómo la nuestra, sin ingresos desde marzo, es muy duro. Nos hemos quedado sin un duro de ingresos de visitas de turistas extranjeros y las previsiones van a otoño de 2021 por lo que habría que aguantar, cómo mínimo, un año entero más. Era imposible mantener esos animales y 25 vacas hemos tenido que matar y eso ha sido durísimo. Nos sentamos con la ganadera para elegir las vacas a quitar y ha sido muy duro.
Esos animales van a la calle pero ya no son suyos.
Es muy duro. Se intenta tener contacto con los dueños de los cebaderos para que nos avisen cuando salgan a la calle pero no es lo mismo, duele. Han salido animales a los que teníamos muchas esperanzas cómo uno que iba a ir al desafío de Alès. Al nivel de economía te dan algo más que la carne pero es mucho menos que cuando eres tú el que vendes el toro a la calle.
Sin ayuda de la Junta de Andalucía.
Nada, parece que se negocia con la idea del ejemplo de Madrid pero se habla de cantidades ridículas, en torno a los 5000 euros, que no hemos visto todavía.
¿Por qué Francia es más sensible con hierros cómo el suyo?
Son más sensibles con el toro. En Francia ya existían otro tipo de festejos cómo las corridas Camarguesas y Landesas. El toro ya tenía esa importancia, por ejemplo en la corrida Camarguesa se anuncia el nombre del toro más grande que el de los actuantes. Cómo no se matan los toros tienen una carrera de 5-8 años y se les cuida tanto que hasta cuando mueren se les entierra de pie para decir que el toro, aunque muerto, sigue de pie.
Ese tipo de detalles hace que nosotros estemos siempre cerca del toro, respetando al torero. El español ha perdido su cultura del toro porque siempre decía que era suya, intocable la cultura y no se la ha trabajado. En Francia hemos tenido que aprender el por qué de las cosas y hemos tenido un acercamiento más culto a la Fiesta entendiendo aspectos cómo el por qué matar.
El francés viene aquí buscando aprender, se hace 2500 kilómetros para seguir indagando y los que lo tienen aquí más cerca no vienen.
¿Por qué Marqués de Albaserrada refrescó con Marqués de Domecq?
En el año 1947 se compra el hierro a Romero de la Quintana que ya había metido reses de Juan Pedro Domecq. El resultado no fue bueno y a los 3-4 años se metieron animales de Isaías y Tulio Vázquez, se metió la sangre de Pedrajas. Los inicios fueron una mezcla. Laborioso, el novillo indultado en La Maestranza, tuvo su padre Sultán que era de Juan Pedro y la madre sí era de Isaías y Tulio Vázquez. Las dos ramas nunca se llevaron por separado, siempre estuvieron mezcladas.
A Isaías se pasó buscando más carácter pero el conocedor de Mirandilla tenía un hermano conocedor en Isaías y el trato fue más fácil. A veces damos más vueltas a las cosas de las que tienen y eso fue por esto. El refrescar en los 90 fue cuando la familia vio que había perdido fuerza el hierro, que había bajado su fama torista y buscaron algo más comercial con una sangre que le podría abrir mercados cerrados. Yo no estaba aquí pero creo que era eso, rebajar la sangre de esta ganadería.
Tú le das una vuelta hacia Isaías y los Pedrajas de Yerbabuena.
Yo llevo 11 años de mayoral y eso no es nada en la vida de una ganadería. Yo vi que había que ir a buscar lo de Pedrajas y lo encontramos en Isaías y los veremos en octubre, son la tercera generación. En Yerbabuena buscamos lo antiguo de Guardiola para ver si refrescaría aquí y equilibrar lo de Domecq. Todo está mezclado, no hay nada puro de las dos partes.
¿La idea es buscar la pureza de Pedrajas?
Eso va a llevar más tiempo. Todos los refrescos que hemos hecho de Isaías y de Pedrajas son con toros, no con vacas, pero la idea es tirar hacia lo de Pedrajas. Con esto no quiero decir que todo lo de Domecq sea malo pero buscamos el Pedrajas más puro.
El camino es largo.
Sí, y sobre todo, cuando te tiras dos años sin ver lo que vas avanzando.
¿Sólo queda Isaías y Yerbabuena?
Sí, hay poco. La pena es que el momento económico no es bueno y me quedé con las ganas de refrescar con alguna vaca más que se vendía en Yerbabuena. Estamos en la tercera generación de lo de Isaías que tenemos.
¿Qué importancia tiene para ti el caballo?
Mucho. Lo he disfrutado mucho en Vic y con los famosos Guardiolas del Lunes de Resaca, los toros del “déjalo, déjalo de lejos”. El toro tiene que ser bueno también en la muleta pero para mí la emoción está en el caballo. De hecho el toro premiado en Alès fue un toro de salida y tercio de varas, en la muleta no hubo acoplamiento. Fue un toro de tercio de varas, tras el tercio la gente se puso en pie, sonó la música y ovacionaron a toro y picador. En los 11 años que llevo de mayoral pude decir que, por primera vez, todo había merecido la pena.
¿Por qué hemos perdido ese amor por el caballo en España?
José Luis de Samaniego, al que recuerdo mucho, era mucho de frases y sentencias. Él había visto a La Maestranza pitar cuando un toro no sangraba hasta la pezuña y ahora veía pitar por picar, él decía que el público se había amariconado, había perdido su fuerza. La Fiesta es ahora menos violenta, con más indultos y menos sangre. Ves tercios de varas en los que apenas se pica, así te desencantas. Aquí explico el tercio de varas a los neófitos y ven la verdad del tercio de varas, aquí ven la bravura del toro.
Estamos en una fiesta en manos de las figuras en las que las ganaderías se van.
Se han visto ahora cosas televisadas que no ayudan, nos estamos acercando a los festivales. Ahora parece que, con la excusa de la situación sanitaria, se pueden hacer más cosas en el ruedo. Estamos viendo lo que estamos viendo y se habla de quitar la autoridad, si la quitamos… Veremos a ver si el año que viene es cómo éste qué va a pasar con ganaderías cómo la nuestra, corta de camada y de poco ingreso. No sé cuántas ganaderías de éstas van a quedar y la reconstrucción no ha pensado en ellas.
El título rimbombante de la Reconstrucción ha quedado para los mismos y las mismas ganaderías.
Totalmente.
¿Cómo vaticina 2021?
No sé, quiero ser optimista pero me temo un año atípico también. Los carteles de Francia han prometido respetar los de éste en Aignan, Alès… siempre y cuando tengamos toros aptos en el campo. Me temo que habrá que aguantar un añito más de temporada atípica.
Hablábamos antes del indulto, ¿qué opinas?
Es un paso más hacia una tauromaquia sin sangre y pérdida de la suerte suprema que es fundamental también. Se habla de pobrecito el toro, el matador no ensucia su faena sin la opción de fallar con el estoque. Con un indulto merecido me callo pero ahora son recompensa para el torero más que el ganadero. A Laborioso se le indultó y a Astola se le dio una oreja. El toro bravo era recompensa para el ganadero, no para el torero y ahora ya no es así.
Habría que indultar al toro aunque el torero no diera uno.
Eso es imposible hoy. Hay que aplaudir a las plazas españolas y francesas, sean grandes y chicas, que apuestan por el toro y ponen al tercio de varas cómo eje central de la Fiesta. Suelen ser comisiones que trabajan todo el año para sacar cuatro duros y montar su fiesta. Nadie gana y si llueve todos pierden pero vuelven por afición. Hay que aplaudirles porque luchan para que toreros más modestos puedan torear y ganaderos más modestos puedan sacar toreros.
¿Puede ser la solución para España?
No sé cómo se podría hacer en España ni si sería la solución, lo que si puedo decir es que en este año malo estoy viendo una afición joven que tiene mono de toros y viene a la finca a visitarnos. Por las redes sociales veo cosas interesantes y creo que todo va a remontar. Hay mucha y buena afición que hay que trabajarla, es joven y torista y tiene ganas de trabajar. No sé cómo podrían ponerse al mando pero sé que harían mucho bien.
Hablamos del certamen.
El certamen es televisado por Toroflix. Nosotros ponemos los novillos y la finca pero la organización pura la lleva Tomás Campuzano. Los festivales que hemos hecho, el certamen o los tentaderos públicos que hemos hecho en la finca, puedo decirte que es ver a un animal en su entorno más natural, la plaza de toros está en área urbana. Matar al toro en el campo le da un componente más natural, ha nacido aquí y ha mostrado su bravura aquí antes de morir. No ha habido nada poco natural cómo meter a un toro en el camión y llevarlo a la ciudad.
En Francia ha habido mucha fiesta campera que ha funcionado muy bien y ha habido gente que lo ve cómo el futuro. Está muy bien ver a un toro en el ruedo, sentados en el campo y viendo a las vacas pastando pero ojo, la diferencia es de 5 centímetros que es el diamante, el pitón. No se va a lidiar un toro limpio en el campo pero no puede ser la solución el campo tampoco, al toro le faltan cinco centímetros.
Es una vía de ingresos pero la plaza primero.
Concha y Sierra lo ha hecho muy bien, han llenado en el campo. La afición francesa es más capaz económicamente y la cuesta menos pagar en el campo que a los españoles que le ven cómo algo que debería ser gratis. Eso ayuda mucho, evidentemente, porque te da dinero y puedes ver el resultado de tu selección.
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