En 2007, este texto de Fabrice Torrito introducía su libro "Luminoso se puso a hablar". Ya tocaba el problema catalán referente a los toros.
Hoy 28 de julio del 2010, el Parlamento de Catalunia podría votar la prohibición de la Fiesta de los toros en su territorio.
Más que nunca las palabras EDUCACIÓN y TRANSMISIÓN son fundamentales...
Para las mamás y los papás.
Cuestión de contexto y de educación.
Cuestión de contexto y de educación.
La corrida de toros sacada de su contexto histórico, ecológico y cultural es difícilmente defendible. Es legítimo que un neófito choque con numerosas zonas de sombra. Crueldad, lucha inigualada, sufrimiento físico del animal casi sin defensa, puesta en espectáculo del sacrificio del animal o de la muerte del hombre,… son argumentos lógicos en su toma de postura de persona desinformada de las cosas taurinas. La corrida de toros no es una manifestación políticamente correcta en nuestra sociedad moderna que busca sin cesar una mejora de las condiciones de vida y de muerte del ser humano y del animal.
En 2003, un hecho muy significativo ha ocurrido en España, país creador de la Tauromaquia. El Parlamento de los diputados de Cataluña ha votado una ley que prohíbe a un niño menor de 14 años presenciar un espectáculo taurino, aunque este acompañado de su padre o de su madre. Este texto no contempla el derecho fundamental de padre de poder decidir si debe o no, orientar sus progenituras hacia la Tauromaquia. A raíz de esta decisión, se ha instaurado un verdadero debate en toda la península ibérica. Y que en la nación inventora de la corrida haya una división de opinión, da evidentemente un impulso abolicionista a esta Europa en busca de la uniformidad, y a quién le esta costando cada vez más aceptar esta manifestación anacrónica y fuera del tiempo que es la Fiesta de los toros.
Es obvio que una demostración taurina es un evento fuerte, que podría chocar a un niño si no estuviera preparado a vivirlo. Pero la tragedia taurina merece un aprendizaje idóneo. La educación es fundamental para permitir a nuestros niños asimilar lo mejor posible esta tradición del culto del toro.
Existen para el niño, perversiones más fácilmente abordable. La guerra y sus muertos en directo en la televisión o los juegos electrónicos de una violencia aséptica, forman parte de un cotidiano sin sensibilidad. En los dos casos se trata de un acceso muy libre a una violencia totalmente infundada.
Presenciar una corrida de toros debe constituir para el espectador una profunda toma de conciencia de esta ancestral pasión para el bóvido. La corrida debe representar para las futuras generaciones un ejemplo de respeto hacia el animal salvaje y de grandeza del ser humano. El hombre, arriesgando su vida, pone su valor y su reflexión al servicio de la fiera para glorificarla en su combate. Y la fiera, rebozando de de potencia y de bravura, magnifica la lucha del hombre. Todo esto, en una explosión de belleza et elegancia. Esta ética hace de la corrida un arte absoluto. Esta filosofía es el único argumento que justifica el afrontamiento entre la inteligencia humana y la fuerza bruta animal.
Que este libro pueda dar una clarificación suplementaria a los futuros aficionados a los toros, del contenido del arte de la tauromaquia, de su riqueza, de su sutileza, y de su complejidad, siempre dando al animal rey el protagonismo que se merece. Teniendo elementos de comprensión, el niño convertido en persona mayor decidirá él mismo, sin que nadie se lo imponga, si quiere caucionar o renegar la fiesta de los toros. La juzgará grandiosa o indecente, pero tendrá los argumentos para pronunciar con conocimiento.
Opino que el amor a la tauromaquia se nutre de algunos conceptos fundamentales que declino en este libro en distintas etapas.
Orientar el niño sobre el origen del animal toro, explicarle de donde viene e insistir en el carácter único de esta raza bovina de lidia: « Los origines del toro ».
Abrir los ojos al niño sobre los cincos años idílicos de vida del animal en su entorno natural antes de lidiarse. Hay que hablarle del proceso misterioso y trabajoso del ganadero: « El criador del toro », de las duras reglas de selección que impone la naturaleza: « La selección natural », y del papel fundamental de las madres en la transmisión del carácter: « Las madres de los toros ».
Hablarle de esta vocación, totalmente ilógica, pero bien implantada en el siglo XXI, que hace que cientos de niños, sueñen con ser torero: « Los aprendices toreros ». Y, describirle el desarrollo de una corrida, sus distintas fases, las reacciones del torero y el comportamiento del toro. Este último, como actor principal de la corrida, tomará a menudo la palabra para expresarse: « La corrida de toros ».
Mi hija mayor, María, ha recibido desde que nació una intensa educación taurina. Presenciar festejos taurinos en los cosos mas importante como en los mas humildes, admirar los toros en el campo, montar a caballo, leer y escuchar numerosas historias de toros y toreros, estar rodeada de carteles y de obras de arte inspiradas por la tauromaquia, …ha acompañando, entre otras cosas, su primera juventud. Soy consciente que haciéndose mayor y asumiendo la real dimensión trágica de la corrida, puede totalmente renegar esta cultura, pero lo importante era instruirla. Y esto no se hizo nunca calculando ya que formaba parte integral del cotidiano de nuestra familia.
La causa original de este libro fue ella. Debía, todos los días explicarle con mis palabras todas las experiencias que vivía desde que nació, este cotidiano en contacto con el toro, numerosos hechos taurinos maravillosos y también episodios menos luminosos. Incluso, María compartió los momentos mágicos de alegría y los momentos estresantes menos agradables, cuando, con mi mujer, intentamos esta loca aventura de convertirnos en ganaderos bravos.
¿Quién mejor que ella podía ilustrar las historias de este libro? Con siete años, participó conmigo en este proyecto. Dibujó, pintó, creó,…para poner imágenes a lo que su papá contaba, o por lo menos expresar como lo resentía en su interior. Esta escritura a cuatro manos, y incluso a seis, con una ligera participación de la menor de tres años, Isabel, ha constituido una experiencia única y enriquecedora para nuestra familia. Mi hermana Stéphanie ha sido la catalizadora des las ideas desordenadas de María. Eve André imaginó el grafismo y la puesta en página de la obra. ¿Y como no asociar a esta apasionante aventura mi esposa Isabel María, la mamá de mis dos hijas, que compartió cada uno de los instantes?
¡Y si « Luminoso se puso a hablar… » para provocar una sana reacción en los futuros actores y espectadores de la corrida de toros que son nuestros hijos y nietos, una alegría, un orgullo, de poder comprender mejor y poder transmitir, ellos también, a las futuras generaciones, la sensibilidad y la nobleza de la tauromaquia, que grande y hermosa idea tuvo este toro!
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