Versión española III/EL TORO DE MADRID

El Rosco y Fabrice, junio 2009

Javier, mi contacto, mi anfitrión en Madrid y el instigador de mi presencia en la tertulia.

Facundo y sus libretas con sus dibujos y estadísticas, verdaderas enciclopedias sobre los toros que pisan el ruedo de Las Ventas.

Fausto con su digna y brava tristeza por la pérdida de su amigo Salva.

El Rosco, el Presidente, que aunque se haya quedado en “medio-Rosco” impone todavía su atronadora presencia. Y que momento de magia cuando se transmutó totalmente en Isleño, un encastado Tulio que le había emocionado en el verano del 2003. ¡Rosco, que trote más altivo te salió!

Manuel con sus palabras de introducción rebozando poesía.

Octavio, mayoral de Flor de Jara, gran hombre de campo, enamorado del encaste Santa Coloma.

Ángel, periodista con yerno francés, con quién evocamos las distintas plazas de toros que dieron festejos en París y sus provincias.

Los socios de la nueva generación, con una afición desbordante, que aseguran el relevo.

Mis antecesores en esta tribuna, cuya sola evocación me hace temblar de emoción: Villán, Zabala, Montesinos, El Cid, Esplá, Rincón, Escolar Gil, Victorino, Folque, …

Salva, el fundador, cuya presencia eterna nos habitó toda la noche.

Todos los demás, sin acordarme de sus nombres, que con una palabra, una mirada, un apretón de manos, un gesto con la cabeza, me han transmitido su apoyo en mi aventura.

Casa Patas, templo madrileño del flamenco, sus suelos de madera, sus taconeos, sus apenados cantes hondos, sus efluvios de sudor, sus lágrimas, sus gargantas secas. ¿Cuántos intensos momentos de arte trágico chorrean de estas paredes? Flamenco puro y tauromaquia clásica. ¡La asociación no podía encontrar un lugar más idóneo para reunirse!

A todos los miembros y simpatizantes de EL TORO DE MADRID, mil gracias por vuestra gentileza, por vuestra cultura, por vuestra sobriedad, por vuestra sinceridad, por vuestra honestidad, por vuestra abnegación hacia el animal-rey, por vuestro credo en un espectáculo íntegro, sin trampa ni cartón: la lucha de un torero macho y de un TORO con trapío y casta. Fue para mi un inmenso honor conoceros y compartir esta velada. Esta tertulia quedará como un momento cumbre en mi camino hacía la verdad torista.

Me voy de la capital de España con la moral por las nubes. La Fiesta no está para apagarse. La llama del Toro arde todavía y para mucho tiempo.